Lo ha vuelto a conseguir. Desde luego al bueno de Fito Cabrales no parece que le haya afectado la presión de ser uno de los músicos actuales con mas repercusión mediática del Estado, y ha vuelto a descolgarse con un buen puñado de flamantes composiciones, con un discazo que encandilará de nuevo a sus seguidores de siempre, y también a todo ese amplio público que se cruzó en su camino gracias a su hit «Soldadito Marinero».
Y es que es lo bueno de Fito. Que sin rasgarse las vestiduras, que siendo total y absolutamente fiel a sus principios musicales y personales, ha conseguido que le siga y le adore un público variadísimo, algo que sinceramente celebramos, y que ojalá ocurriera con tantos buenos músicos y compositores del Rock Estatal de todos los tiempos.
Pero bueno, fenómenos comerciales aparte, hay que reconocer que el disco, como comentamos al principio, raya a un grandísimo nivel. El arranque con el single «Antes De Que Cuente Diez» es atronador, todo un temazo llamado a convertirse en uno de los clásicos impertérritos del bilbaíno, con una de las letras más acertadas y profundas de toda su carrera. Pero también hay otros temas muy interesantes, como «Me Acordé De Ti», un medio tiempo marchosillo, que se va animando poco a poco, y que tiene unos arreglos magníficos o «Tarde O Temprano», que es muy rocanrolera, con una letra muy divertida, digna de los primeros trabajos de Fito en solitario, o incluso de los tiempos de Platero. Por supuesto no podía faltar la versión, otro clásico en los discos de Fito, quien ha elegido en esta ocasión el «Todo A Cien» de La Cabra Mecánica y de su admirado Lichis, grupo que además le acompañará en directo en lo que será la gira de despedida de La Cabra. Un cover que desde luego está muy bien elegido y que ha sabido llevarse a la perfección al terreno de los Fitipaldis. Y no podemos olvidaros del precioso y profundo Blues de «Que Me Arrastre El Viento», de la divertida instrumental que cierra el disco, «La Cuisine De Bernard», donde sale la magia de la improvisación que tan grande ha hecho siempre a Fito en directo, o de esa rockera declaración de principios que supone «Que Necesario Es El Rock’n’roll», quizás el mejor tema para mi del disco.
Lo único que no nos termina de convencer del disco es su rotunda perfección. Y es que seguimos pensando que el sonido que Iñaki «Uoho» Antón consigue en todo lo que toca no se lo saca Joe Blaney por impolutamente que suene, ni Carlos Raya llegará en la vida a desprender el feeling de Batiz, pero lo que está claro es que Fito sigue siendo Fito, y que tras su gorra, sus pendientes y sus patillas, sigue brillando una de las mentes más prodigiosas, especiales y queridas del Rock Estatal. Sí, del Rock Estatal. Y por muchos años!
Iván Ortega