De quitarse el sombrero. «La Ley Innata» es un trabajo de los de quitarse el sombrero, un disco arriesgado, maduro, elegante, profundo, personal y desde luego, todo lo contrario a lo que en un principio todos los seguidores de Extremoduro querríamos.
Pero aun así, Robe una vez más ha hecho lo que le ha dado la gana y nos ha entregado, al despiste, una pequeña obra maestra, otra más que añadir a su larguísima lista de aciertos musicales. Y es que el sello de Robe y de Extremoduro está presente a lo largo de todo el compacto, sin duda, pero lo que a lo largo de tres cuartos de hora la banda ha construído es un elaboradísimo tema, dividido en seis partes, que va mucho mas allá de lo que en su día significó la «Pedrá».
«La Ley Innata» es un trabajo completísimo, que destila el Rock Transgresivo que ha hecho famoso a Iniesta, pero que tiene tal cantidad de arreglos y matices que sin duda es la obra más ambiciosa y completa que jamás ha entregado el músico extremeño.
Quizás cuando el compacto arranca, y empieza a sonar la «Dulce Introducción Al Caos», el oyente piense que está ante un disco comparable a «Yo, Minoría Absoluta». Pero para nada, a partir de ahí, y después de ese acertadísimo nombre que tiene la primera etapa del CD, llegan los cuatro movimientos («El Sueño», «Lo De Dentro», «Lo De Fuera», «La Realidad») que dan auténtico peso a la obra y que te sumergen en un mundo de sensaciones y sentidos totalmente embriagadores y brutales. Cuatro movimientos que tienes que escuchar, porque es imposible describirlos aquí, y que al final derivan en la «Coda Flamenca», otra realidad realmente curiosa donde Robe pone la guinda a un exquisito trabajo de una forma rompedora y totalmente transgresora.
Después de tanto tiempo de sequía compositiva, corroboramos que una vez más ha merecido la pena y Extremoduro han vuelto a entregar algo grande. Robe está en un gran momento y por supuesto también Iñaki «Uoho» Antón, sin cuya simpar agudeza sería imposible estar hablando de «La Ley Innata«.
Iván Ortega.