Hamlet han dado una importante vuelta de tuerca a su sonido y aunque siguen conservando sus características más básicas y siguen sonando a Hamlet, han optado por orientar de forma mucho más melódica sus composiciones, consiguiendo un resultado realmente excelente.
Parte del cambio se debe a que en esta ocasión han prescindido de su productor habitual en los últimos trabajos de estudio, Colin Richardson, haciéndose cargo de estas labores el propio Luis Tarraga, guitarrista de la banda con la ayuda de Alberto Seara a los controles, logrando entre ambos un gran sonido para el disco que ha sido redondeado a la perfección por la masterización del mítico George Marino (Guns n’roses, AC/DC, Bon Jovi…).
Pero sin duda lo que más resalta del disco es la genial forma de cantar de Molly, quien apoyado en la caña musical que Hamlet siguen destilando, ha potenciado unos registros vocales magníficos que se meten en lo más hondo de tu cabeza.
Temas como «Para Toda Una Vida», «Dame Una Señal», «Imaginé», «Mi Inmortalidad» o «Desaparecer» están llamados a convertirse en auténticos clásicos de la banda y aunque en las primeras escuchas el viaje por «Syberia» puede ser un poquito chocante, en cuanto que uno se adentra en el disco queda completamente maravillado. Sin duda, su mejor trabajo desde «Insomnio».
IVAN ORTEGA
