¿JUGLARES DEL METAL EN MADRID EN EL SIGLO XXI?
Sí…Es cierto. Los «juglares metaleros» gaditanos llegaron a la sala Caracol de Madrid trayendo consigo toda la magia y la fantasía del mundo de Zaluster.
Ella no quiso perderse esta gran fiesta juglar y ocupó su trono observándonos majestuosa desde ese gran telón de fondo y desde los murales laterales que adornaban un escenario que… enseguida se quedó pequeño.
Tenía muchas ganas de ver a los Saurom en directo, porque muchas veces había intentado imaginar cómo sería un concierto suyo… Dicen que la realidad supera la ficción y es verdad. Tenía que haberlo supuesto. Cuando tuve en mis manos «Juglarmetal» supe que aquello no era sólo un CD y cuando salieron los juglares al escenario supe que aquello no iba a ser sólo un concierto. Un «directo» de Saurom es un espectáculo lleno de colorido, de alegría, de luz, de fuegos artificiales, de personajes medievales (los juglares, el bufón, las ninfas, las hadas…), pero es que además, y lo más importante, un concierto de Saurom es MÚSICA con mayúsculas.
Desde la primera nota los juglares demostraron que venían con ganas de fiesta y que su intención era hacer bailar, cantar y brincar a todos los que habíamos ido a la sala Caracol atraídos por su MÚSICA. Y… ¡Vaya si lo consiguieron! Durante toda la actuación fueron intercalando temas de su último disco: «Juglarmetal»: «La Taberna», «Dioses Eternos», «Krisálida», «Historias Del Juglar» o «Marcha Inca»… con algunos de los más «fiesteros» y «cañeros» de sus trabajos anteriores: «Canto Das Sireas», «Nostradamus», «Pequeño Lombardo», «Luthier», «Sandra» o «La Casa De Los Espejos»… y unos cuantos temas de los inspirados en la trilogía de «El Señor De Los Anillos»: «De Hobbiton A Los Gamos», «La Disolución De La Compañía», «Las Minas De Moria» o «La Taberna Del Poney Pisador»… Pero también estuvieron ahí mis favoritas: «La Musa Y El Espíritu», esa dulce voz de Rhiwen en contraste con la voz «rota» de Migué (¡Impresionante!), «Mendigo» un gran tema interpretado por Migué que en algunos momentos corta la respiración con una voz quejumbrosa que le da a ese «mendigo» vagabundo una personalidad única… «La Batalla Con Los Cueros De Vino» donde brilla con luz propia la gaita tocada con maestría por Narci «El Juglar» (un sonido que siempre me alegra el espíritu y que en el entorno «metalero» suena especialmente bien), «Estrella Sin Luz»… con esta canción, dijo Narci que se identificaban y yo lo creo. Los juglares, al igual que el payaso siempre traerán la alegría a nuestros corazones con sus canciones y sus sonrisas… a veces acurrucadas en la tristeza… «Dracum Nocte» otra de mis favoritas porque de ella pienso que es la «leyenda juglar-medieval» mejor «cantada» que se ha hecho jamás. ¡En directo es espectacular! y… «El Arquero Del Rey» otra «historia juglar» para escuchar al calor del fuego bajo una noche estrellada pero que allí en la Caracol, con tantos oídos dispuestos a escuchar, sonó de manera muy especial.
El escenario se inundó de fiesta desde el primero hasta el último minuto con efectos pirotécnicos en los momentos adecuados, confeti, serpentinas de colores, pompas de jabón, cintas de colores, antorchas de fuego, malabares… Los juglares, Josele (¡un torbellino!) y Raúl no paraban de brincar y moverse por el escenario con su bajo y guitarra, animando a la gente a hacer lo mismo. Beltrán (el «Juglar Oscuro») hacía honor a su nombre sacando por momentos esa voz de ultratumba que lo caracteriza. Rhiwen con su traje de princesa medieval ponía la dulzura de su voz y de su presencia junto con Ascen que tocaba la flauta travesera. Santi movía los dedos a una velocidad de vértigo desde los teclados y animaba sin cesar a la gente a pegar saltos. Migué quería estar tan cerquita de nosotros que a veces parecía que iba a cantarnos al oído. ¡Una voz espectacular la de este juglar del siglo XXI!…. Narci, otro auténtico JUGLAR (con mayúsculas), me impresionó por el derroche de arte y aptitudes musicales que demuestra sobre el escenario cantando, tocando la guitarra, la flauta travesera, y sobre todo la gaita que es mi debilidad. ¡Un auténtico MAESTRO de la MÚSICA!… Al frente de la batería, otro gran maestro: Donovan que no perdió el ritmo frenético metalero que caracteriza la MÚSICA de Saurom ni cuando miraba al tendido buscando «caras conocidas» entre la gente. Lo digo siempre… los que tocan la batería son los grandes desconocidos. Están al fondo ocultos tras su batería y suelen pasar desapercibidos pero… no es el caso. El batería de Saurom, lleva el espectáculo en las venas y nos sorprendió con su despedida final a modo de «maestro iluminado» con aureola improvisada incluida, mientras sonaba de fondo una saeta a cargo de Raúl. Un gran broche de oro para la actuación de un gran MAESTRO.
Las dos horas y media que duró el concierto nos parecieron minutos por eso nadie quería irse cuando terminó esa gran fiesta juglar y por eso los «chicos» de seguridad nos devolvieron a la realidad recordándonos que estábamos en el Madrid del siglo XXI y que las salas de los conciertos deben quedar vacías a medianoche, hora que ya hacía un buen rato habíamos traspasado…
Todo principio tiene un final así que…. ¡Hasta otra juglares! ¡Gracias por regalarnos una noche mágica llena de FANTASÍA y de BUENA MÚSICA!
Sólo nos queda desear y esperar que volváis pronto por Madrid.
OTESANIA.