Muy esperado el regreso de SILENCIO ABSOLUTO, máxime cuando han logrado un disco enorme a través de las once nuevas composiciones que nos entregan en el mismo. Tras aquella aventura en la que se embarcaron algunos de los miembros del grupo bajo el nombre de Trece Forajidos, y sin Rober, el que fuera el saxofonista del grupo, los Silencio reivindican su lugar en el Rock Estatal, un lugar que seguramente nunca debieron de abandonar a pesar de que la industria musical nunca les demostró en su día el respeto que debían y que se ganaron a pulso con solventes directos y discos rotundos como “A Brincos Entre La Luna y el Sol” o “Camisa de Once Varas”.
Pero bueno, lo importante es el presente y el futuro, y ambas etapas temporales se presentan muy bien para la banda a juzgar por lo entregado en «A Puñetazos Con Los Abrazos». Y es que los riojanos logran un disco muy maduro, un disco que les muestra mas pausados pero sin perder la garra y las guitarras afiladas, o un trabajo donde las letras suenan mejor que nunca penetrando rápidamente en tu cabeza.
Desde luego el parón les ha servido para evolucionar y mostrar una sonoridad mas personal si cabe que en el pasado, lo que sumado a la gran producción en los estudios Sonido XXI de Esparza de Galar de alguien que les conoce muy bien, el bueno de Javi San Martín, hace que estemos ante una muy esperanzadora etapa de la banda.
Del disco me gustan especialmente cortes como «A Lomos De Un Rokanrol», «Sin Parar», «Delincuente De Por Vida», «En La Jaula Del Descuido» o la propia «A Puñetazos Con Los Abrazos», pero todo el disco se escucha con mucho agrado y nos coloca una gran sonrisa desde que empiezan a sonar los primeros acordes del disco.
Nos alegramos de la vuelta de la banda, y a pesar de los duros momentos actuales, toda la suerte del mundo para ellos. La merecen!
IVÁN ORTEGA
